Tuesday, April 23, 2013

Testatio mentis.


       Si algún día me atropella un autobús, al salir del trabajo, regresando a casa o tal vez por la mañana, de un domingo de cine como cualquiera, me gustaría entonces decir adiós, aunque sea en esencia póstuma.

¿A donde irán las palabras cuando ya no tenemos boca para pronunciarlas? En este mundo de ideas vagas y teorías falsas, nada falta para predecir que quedaran perdidas en la oscuridad de lo que sera, aquel que fue, si es que lo fue.

Me declaro incompetente así  frente al reto que representa, llenar el vacío de la eternidad sin vida con una idea, pues no hay fuerza que nos mueva en realidad al pasar por esa puerta, la ausencia del existir. Me bastara entonces con decir, al menos, cuanto los quise, a los que quise, bien a mi manera. A mi familia, a mis amigos y a mi pareja, les deseare algún día con este párrafo  buena vida, esperando que aun la tengan.  

Y es que la vida en si es una tómbola  dice Johny Laboriel, nos lleva a dar vueltas y a veces nos toca, otras muchas veces no, pero todos estamos en el mismo camino; si hoy no te toca, quizás mañana sera. ¿Que no fue Forrest Gump el que dijo? "La vida es como una caja de bombones, nunca sabes que te va a tocar". ¿Que sera de la vida cuando dejemos de girar? La muerte o el retiro quizás, les deseo entonces que vivan lo que toque, ya sea lento o a prisa, pero con mucha vida, que no olviden jamas que en este mundo todo pasa a terminar y mas que pronto todo termina por pasar.

Solo me queda decir en este corto testamento, que le dejo a quien la quiera, mi sonrisa, para que se rían del mal dia y un poco de lo que me queda de inocencia, para observar maravillados, con atención, el camino de la vida.